El ciclamen púrpura es símbolo de imaginación, creatividad, misterio, gracia y encanto. Es el regalo ideal para cualquier persona que esté haciendo una transición importante en su vida y de transiciones importantes están yendo estos últimos meses.
En el clima, adiós frío helador, hola primavera cálida.
En mi trabajo, adiós diseño gráfico, hola escritura.
En mi casa, adiós despacho en la habitación más fría del piso, hola despacho junto al gran ventanal del salón.
En mi cuerpo, adiós disbiosis intestinal, hola comer sin que las digestiones sean un suplicio.
En mi mente, adiós contemplación, hola rebeldía.
Hoy te regalo este ciclamen púrpura para que te acompañe en esa transición importante que llevas tiempo queriendo hacer y a la que no acabas de lanzarte. Sean contigo la imaginación, la creatividad, el misterio, la gracia y el encanto.
Y a ser feliz.
Por cierto, tienes todo el significado del ciclamen en la página de dónde he sacado esta información: Ornamentalis. Por cierto que esta página se está convirtiendo casi casi en mi biblia para los significados de las plantas.
Inspiración
Libros a retortero
Mañana, y mañana, y mañana, Gabrielle Zevin
Leí este libro por las buenas críticas y aunque me enganchó y satisfizo mi lado friki, lo voy a decir, no creo que sea el libro del año. Es genial porque habla de como puedes construir tu vida, tus relaciones y perseguir tus sueños con el apoyo incondicional de un amigo. Porque habla de la industria del videojuego cuando estaba empezando, de la excitación de aquel momento y del cambio brutal que supuso en la sociedad. Porque tiene unos personajes bien hechos y algún que otro giro. Porque se deja leer muy bien. Y con eso tiene más que suficiente. No creo que este libro le cambie la vida a nadie, pero hace pasar un rato maravilloso y se queda en el recuerdo, así que tengo que recomendarlo.
Rebelión en la granja, George Orwell
Nunca había leído entero este libro. Y este año, en que me he propuesto variar mis lecturas y tachar algunos clásicos de mi lista de pendientes, lo he conseguido. El cambio abrupto, la toma de conciencia que es la revolución animal, y cómo evoluciona y por qué, es el reflejo perfecto de las sociedades capitalistas. Y da miedo asomarse a ello, porque te reconoces tan vivamente en esos animales sometidos, que te pone la carne de gallina. La falta de libertad, el sectarismo, la ambición por el poder y la monopolización del discurso… Quien lea este libro y no sienta que lo que está viendo es el mundo occidental reflejado en un espejo es que tiene los ojos cerrados. Ojalá lo hubiera leído antes. Ojalá lo lean más personas y no lo olviden.
Zuecos de borreguito, Carla Cuesta
Este relato, uno de los ganadores del XVIII Certamen de Relatos Breves Mujeres convocado por el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, está en esta pamplina dedicada a las transiciones importantes por dos motivos: el primero, por su protagonista, que pasa de sufrir en sumisión a tomar una decisión liberadora y gamberra. El segundo, porque está firmado por Carla Cuesta, no por Érika Gael, el seudónimo que Carla lleva utilizando desde hace muchos años. Este gesto me hace una ilusión tremenda, porque Carla es una de las mejores escritoras (y personas) que conozco y he leído, y que su nombre esté por fin asociado a sus letras me parece una reivindicación preciosa y justa. Así que por más historias firmadas como Carla, y como Érika y como te dé la gana. Pero por más historias, siempre.
Puedes descargar el libro, en formato digital y de manera gratuita, desde este enlace.
El proyecto
Eugenio Monesma
Gracias al canal de YouTube de Eugenio Monesma queda constancia de los cambios que ha habido en nuestras tradiciones y oficios en unas pocas décadas. Si eres amante de la historia, la antropología, la etnografía y el folclore, como aquí la que te escribe, te vas a quedar enganchada sin remedio. Y si escribes, aquí tienes un recurso increíble de documentación sobre oficios tradicionales de la península Ibérica. Eugenio Monesma es productor y realizador de documentales etnográficos y hace un trabajo que de verdad merece la pena ser disfrutado y difundido.
La serie
Samuel
Samuel es un niño de once años, va a sexto y está a punto de empezar el instituto. Será una transición muy importante en su vida: de niño a adolescente, y ha decidido dejarla por escrito en su diario.
Esta serie, escrita, ilustrada y narrada por Emilie Tronche, es tierna, vital y simplemente maravillosa. A nosotros, que la hemos visto en casa con un niño que se encuentra en la misma etapa vital que el protagonista, nos ha tocado a todos de maneras diferentes, pero igual de profundas. Sé que mi hijo se siente muy identificado con Samuel, con sus miedos, sus bailes, sus locuras, sus pensamientos profundos. Y lo sé por la manera en que miraba la serie, las ganas que tenía de ver cada capítulo nuevo y los comentarios que nos hacía. Y esa es una de las grandes genialidades de esta serie (además de hacernos recordar a los adultos aquella época de nuestras vidas y despertar en nosotros una nostalgia sanadora y divertida). Se nos ha hecho muy corta y queremos más. Mientras quizá lleguen nuevos capítulos volveremos a verla, seguro.
Transpiración
Placeres II
No voy a mentirte, después de colgar los guantes de diseñadora, los he vuelto a coger. Pero sigo con la idea de que escribir sea la base de mi rutina. He decidido contratarme como escritora, darme trabajo a mí misma, ya que nadie más parece querer hacerlo. Hacerse adulta también es darse cuenta de que si quieres que una cosa se haga, tienes que moverte tú.
Aquí te envío un trocito de uno de los últimos placeres que he escrito y que habla de una transición muy importante en la vida:
Las del trabajo creen que tengo un lío. Lo han deducido por mi cutis, el brillo de mis ojos y la ausencia de ataques de llanto. Juegan a adivinar quién es. Rebuscan entre nuestros compañeros como si fuera el mercadillo de los jueves, a ver cuál de esos hombres de mediana edad me queda mejor. A ver qué mago ha hecho el milagro de despertar la líbido a una pre menopáusica separada como yo. De momento apuestan por Iván, que es un gilipollas al que todos odian, y a mí eso me chifla. Quiero ver la cara de Ricardo cuando le cuenten el chisme. Porque ya no vivimos juntos, pero seguimos trabajando en la misma oficina y utilizando el mismo comedor y compartiendo los mismos cotilleos al calor del café que hacemos en la misma cafetera eléctrica.
Aunque él ahora tenga una taza menos en la que servírselo. Y seguramente ni se haya dado cuenta.
Pero de que sigo aquí, pese a que me ignore cuando nos cruzamos por los pasillos, sí se va a dar cuenta.
Y de que he vuelto a usar maquillaje y crema hidrantate y sérums con vitamina C y ácido hialurónico.
Y de que he dejado las galletas de chocolate y ahora como pan integral.
Incluso de que ayer me llegó mi kit de Mambo y Morgan de Platanomelón.
Porque estoy estupenda, en mi mejor momento. Aunque no lo supiera cuando el idiota me dejó.
La taza de Ricardo, María Latorre - Placeres II
Mi mantra para este mes
Phylicia Rashad, la actriz que hacía el papel de la madre en La hora de Bill Cosby, pone el arte en el lugar que le corresponde (antes de cualquier transición social) con estas palabras:
Un niño antes de hablar, canta.
Antes de escribir, pinta.
Tan pronto como se mantiene en pie, baila.
El arte es la base de la expresión humana.
Y aquí termina esta pamplina. Hasta que volvamos a leernos, ¡exprésate cómo quieras, cambia radicalmente lo que no y sé muy muy feliz!
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