La flor de hoy es hija de finales de la primavera y brilla con exuberante sencillez. El aster, cuyo nombre deriva del griego ἀστήρ, y que significa "estrella", trae el mensaje de un corazón que confía.
Que confía porque está en paz con los mundos interiores y exteriores en los que habita; porque se conoce y se acepta; porque toma decisiones, pero también deja fluir al destino. Porque eleva su mirada al universo y a la vida, y no se encalla en la queja o la frustración.
Un corazón que confía sabe que las personas somos mares, cascadas, bosques. Edificios, aeropuertos, columpios. Carreteras, bares, plazas. Y que somos sol y oscuridad y que está bien.
Un corazón que confía, no necesita saberlo todo, ni escucharlo todo, pero sí escucharse a sí mismo y a los que siente sus hermanos. Vivir en el presente.
Te envío un aster, una estrella de los deseos, para que te dé paz y maravillas y te ayude a tomar decisiones en las que tu corazón confíe. Y con el deseo de que brilles con exuberante sencillez.
Libros a retortero
Calisterías, Calista Sweet
No sé si hay otro gremio al que le guste más leer y escribir sobre sí mismo que al de los juntaletras. Yo me incluyo totalmente: escribo un boletín en el que hablo de mi vida como escritora (las Semillas que planto a principios de mes) y no hay más que ver mi lista de libros leídos, para darse cuenta de la cantidad de manuales de escritura y autobiografías de escritores de los que me nutro. Este libro de Calista Sweet tiene algo de autobiográfico, de reflexivo y de esos consejos que te da tu amiga, la escritora de romántica curtida en mil batallas, cuando acudes a ella porque no entiendes el mundo editorial. Me he sentido muy identificada en muchas ocasiones y estoy de acuerdo con todo lo que dice, así que tenía que recomendarlo. Especialmente a ti, que también juntas letras.
El Señor de la Noche, Tanith Lee
Cuando salió el boletín de abril (Rosa roja, amor apasionado por los libros) con las doce recomendaciones para el Día del Libro, decidí que me las leería todas. Voy a ir a una por mes y este junio le ha tocado a la recomendación de Ricardo Riera, El Señor de la Noche editada en España por Duermevela Ediciones. Entiendo perfectamente por qué Ricardo lo recomendó, porque es una maravilla que se lee en un suspiro. Un recopilatorio de cuentos que toman forman de leyendas clásicas (algunos, de hecho, creo que son adaptaciones directas de mitos, como el del jardín de las hespérides) llenas de héroes y peripecias. Esta obra fantástica tiene al Señor de la Noche, príncipe de los demonios, como hilo conductor de todos los relatos, que envuelven en mística una humanidad capaz del amor y la crueldad más extrema. Fantasía de la buena para este verano.
Tiempos de brujas y hechiceros, Matt Ralphs y Núria Tamarit
Se está convirtiendo en tradición lo de recomendarte un libro ilustrado, pero con un marido ilustrador es fácil tener a mano libros preciosísimos como escrito por Matt Ralphs e ilustrado por Núria Tamarit. Diría que es un libro juvenil, en el que se hace un viaje por la práctica de la magia desde el antiguo Egipto hasta la Wicca, y se revisan diferentes mitos como los de las brujas del mar o Baba Yaga. Los textos son cortos, amenos, llenos de curiosidades y acertados para todas las edades. Las ilustraciones, pues una maravilla. Si te gusta la temática, ve a por él.
El Manifiesto
WEPRESENT by WETRANSFER
Manifesto es una serie de WePresent, el blog del servicio WeTransfer, que invita a activistas y creativos a escribir 10 reglas para vivir. Y aunque la mayoría de los manifiestos que he leído han sido escritos por creativos del diseño gráfico o la ilustración, me parece que son reglas igual de válidas para cualquiera que cultive una disciplina creativa como la escritura, la música o simplemente el a veces difícil arte de vivir. Con los que me siento más identificada son con este de la agencia &Walsh y este otro de la diseñadora gráfica Annie Atkins. ¿Has pensado alguna vez qué diez reglas para vivir escribirías en tu manifiesto?
La música
María José Llergo
Mi historia de amor con la música y la voz de María José Llergo empezó hace un par de años con Te espera el mar , pero pronto creció con Niña de las dunas, Nana del Mediterráneo, Me miras, pero no me ves o Que tú me quieras. Y cuanto más la escucho hablar y cantar, más me tiene en el bote. Si no la conoces, te recomiendo que la escuches, porque rebosa talento y sinceridad. Esta mujer es un aster de pies a cabeza: una estrella que brilla con exuberante sencillez.
La app
1se.co
Hace mucho, mucho tiempo, cuando me dio fuerte por la fotografía, abrí una cuenta en Instagram con la intención de hacer, al menos, una foto buena al día. Una mezcla entre diario visual de lo cotidiano, portfolio y testimonio de mi evolución fotográfica. Pero aquello quedó en la intención.
Hasta que hace unos días, navegando por las stories de Lenni Kauffman, vi un vídeo precioso de su mes de mayo en Japón. Lo había construido con la app 1se.co y corrí a descargármela. La app tiene una versión gratuita, que es la que yo utilizo, en la que grabas un trozo de vídeo al día y, si quieres, escribes algunas palabras sobre el momento. Una mezcla entre minidiario y videoblog. A final de mes puedes exportar el vídeo y recordar en medio minuto todo lo vivido. Tenía dudas porque pensaba «yo que voy a grabar, si no hago nada chulo», pero la flor de este mes trae el mensaje de un corazón que confía, así que… ¡El treinta de junio te enseño el mío!
El juego familiar
Gartic Phone
Este juego nos lo enseñó mi hijo. Creo que jugaron en el colegio, con los ordenadores que tienen en el aula, en un momento entre clase y clase, y fue un éxito. Y por supuesto, ahora también es un éxito en casa. Nosotros jugamos cuando los adultos estamos acabando nuestra jornada en los ordenadores y el pequeño los deberes en el suyo, y cerramos así el día productivo.
¿De qué va? Bueno, hay varios modos de juego, pero principalmente consiste en entrar en una sala virtual privada (solo accedes con un enlace que crea el que abre la sala) y dibujar con el ratón lo que otra persona, no sabes quién, te pide. Y otro jugador tendrá que adivinar qué es eso que alguien dibujó, por eso creo que tres debería ser el número mínimo de participantes. Échale un ojo, que las risas merecen la pena.
Transpiración
Placeres II
He acabado de escribir este cuento, La luz, hace unos minutos. Eso significa que no he tenido ni tiempo de revisarlo. Imperfectas, pero frescas como lechugas, aquí te dejo unas líneas:
Desperezo la casa cada mañana. Ilumino las habitaciones cuando el cielo es un agujero negro. Me gusta ver cómo nace el día con el borboteo de los pájaros en el parque, el crepitar de la masa de crêpes en la sartén, la condensación del humo del café en los armarios.
Me gusta la luz. Amo con luz.
Él despierta al olor del desayuno. Se desnuda camino a la ducha y sin abrir los ojos. Luego se viste deprisa, con la ropa de correr, pesca una crêpe al vuelo, bebe un sorbo de café. Sale a la calle helada sin darme un beso. Corre con la cabeza gacha. Lleva unos cascos que cancelan cualquier sonido del mundo exterior.
Él está en la oscuridad. Ama sin luz.
Hace diez años que empezamos a construir este hogar. Un paréntesis en el mundo. Una rutina que era paz y ahora es indiferencia.
Entonces la casa no tenía cortinas y el mecanismo de las persianas estaba roto. La luz de una farola cubría nuestra cama cada noche mientras hacíamos el amor. Estrenábamos nuestros cuerpos bajo la boca del otro, bajo las yemas del otro, cada vez. No había prisa por borrarnos los lunares o lamernos los pezones. Nos deleitábamos con el destello de la humedad en nuestras pieles, la sensualidad que llenaba el aire.
Ahora la casa tiene cortinas, las persianas funcionan y hay toldos en las ventanas. Si nos abrazamos bajo las sábanas todo sucede deprisa, como si llegáramos tarde al sueño.
—Cariño, ¿enciendo la luz?
No contesta. Entierra su cara en mi cuello, descarga la respiración de su orgasmo en mi oído, y se desploma a mi lado.
Ahora nuestros cuerpos son desiertos, carreteras, túneles por los que nos arrastramos sonámbulos. Atajos a algún lugar desconocido. Trámites.
Y ninguno se ha atrevido a decírselo al otro. Hasta hoy.
El mantra
El último verso del poema La vida es corta de Karmelo Iribarren, me acompaña este mes de junio recordándome que no me deje definir por la percepción que los otros tienen de mí. Que hay que confiar más en el propio corazón, porque…
Hay bares para todos en el mundo.
Y aquí termina esta pamplina. Hasta que volvamos a leernos, ¡que seas muy muy feliz! ¡Y disfruta del verano!
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GRACIAS a las dos personas maravillosas, lectoras de Semillas y Pamplinas, que me han invitado a café últimamente: Juan Luis y Paka, ¡sois los mejores!
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Qué montón de cosas… pero entre ellas, admito que el Señor de La Noche me está llamando… 🤔 Should I?